Manifiesto Personal

Ex-Libris

Reproduzco en esta página mi ex-libris:  "Observa autem invisibilium latus rerum et tenebras plus sensum nostrum amplecta. Tamquam clamor grates tui", el cual invita a observar y asir lo que está más allá de nuestros sentidos y conocimiento. También a agradecer. No tiene interés normativo, ni prescriptivo, es un ex-libris. Aunque para mí mismo sí sea prescriptivo, al menos al momento de abrir un libro.   

La observación de sí mismo en la incertidumbre

La pandemia abre muchas preguntas sobre la sociedad y el individuo. En este período, el estrés que genera la situación que se vive cotidianamente van cambiando nuestra mente y consecuentemente lo que somos ¿Pero sabemos cómo? Escribí esta nota sobre el asunto "¿Qué ha cambiado ahí dentro? Pandemia y mente", para desahogar mi preocupación sobre la importancia de observarse a sí mismo. 

Autodérision

Reírme de mi mismo me lo he tomado tan en serio, que ya no se si arruino mi propio humor. En este circo accidental, el mayor éxito es cuando hago un chiste de mí mismo y nadie se ríe: son así dos chistes de uno, en el reverso mismo del humor involuntario. 

No se trata de la burla idiota, sino de la ironía sobre nuestra limitada capacidad de control sobre las cosas. No estoy solo, somos una legión atónita. Como Lord Darlington de Oscar Wilde sentenciaba: Because I think that life is far too important a thing ever to talk seriously about it (“Lady Windermere’s Fan” 1893). Tampoco es la risa del místico, pero ambas tienen su raíz en el asombro, como las historias del Mulá Nasrudin las cuales están llenas de ese humor, aún cuando la perplejidad sea la impresión que prevalece en ellas.

Es la pregunta de quien se ve al espejo. René González de la Vega, escribe una secuencia que me parece muy elocuente, "Frente a la seriedad de una manzana" (la cual tiene un espejo en otro pasaje de Alain de Botton). Ahí la voz de René es la de muchos, comparto unas líneas: "[...] Algunos, cuando se ven en el espejo saben quién son, se reconocen e identifican, aunque la imagen no les agrade. Otros, ven a un personaje idealizado al que tratan de emular el resto de su triste vida. Hay dos cosas que veo en el espejo y no me gustan. Una es mi incapacidad de quedarme callado. De ser más latino que germano. De no poder controlar mi sonrisa estúpida y mi candidez con quien es ajeno. Esa característica que me haría un pésimo jugador de póker: por no saber blofear; por no poder ser de una sola pieza. Por no saberme quedar callado y fingir seriedad; al menos fingirla. Siempre debo decir algo. Soy el que termina las frases de los demás; el que inconscientemente no deja hablar a otros. De los que interrumpe. De los que dicen cosas que no deben de decir y las que tienen que decir se pierden en un abismo de palabrería. [...] La otra es mi incontrolable vicio por el chisme. Por la historia ajena. Por los datos del otro. Soy un metiche profesional. Podrían pagarme por hacerlo soy demasiado bueno. Soy el vecino que nadie conoce, pero que sin querer lo sabe todo de todos. Mi carácter de metiche fue, en realidad, el que me introdujo a la lectura. [...]  Cómo quisiera parecerme al “el hijo de un hombre” de Magritte (Le fils de l'homme). [...] A los que confirmen mi personalidad, les diré lo mismo que decía Borges: al fin y al cabo 'lo que decimos no siempre se parece a nosotros'." 

Reírse de un mismo me parece un elemento de evolución en nuestra capacidad reflexiva y a la vez un mecanismo de supervivencia, también evolutivo; pero ambos puntos son contradictorios, ridículos por su torpeza frente a la inasible realidad. 

Un universo relacional

En 1998, cuando hice mi primera página de internet personal, añadí un breve manifiesto. Reflejaba algunas preguntas que tenía entonces y que siguen sin resolver. Aún son de las ideas que permean las interrogantes más específicas que trato de resolver con mi trabajo. Aquí lo reproduzco. 

A relational universe:

Think of our known/perceived universe as a body of arrangements expressing contingent relationships among entities. We are embedded in sets of arrangements within arrangements. Networks and clouds are reasonable metaphors to describe them. What makes entities, beings, different is the nature and structure of the arrangements that constitute them. However, it is impossible for us to ignore our inherent inter-relations with the rest of the surrounding entities. Otherwise prove me what positively disconnects a human being from another one, what really separates our perceived “humanity” from the rest of the living and non-living entities. What maintains and keeps a cloud of relationships?

Such arrangements are not only reflected in what we perceive as the physical world. Human behavior and organization are also manifested throughout inter-related networks. Those arrangements are socially constructed nexus of relationships, we usually use concepts such as institutions, culture, and organizations to dissect them. What is behind their emergence, intentional purpose, accident? 

The structure of inter-relations shows, or can be expressed through, patterns, such as the patterns of life of a tree, growth and reproduction of bacteria, human behavior, economic production, human desire, social order, political configuration. Considering the existing patterns that we identify, there are isomorphisms among them. Why? Is this result of our limited capacity to understand and describe them? Or alternatively, is there something that makes patters similar? What maintains certain patterns existing? 

Think of the patterns in your life that make you a common member of a certain social group, or a member of our living specie. Certainly, our structural nature limits us as temporal entities. Hence, we are tied to a moving structure, an uninterrupted reallocation and transformation of the networks/clouds that constitute us. Sometimes we perceive them as moving forward and in a transitive manner, in a simplistic version of time. And think of how our interaction with the environment changes the patters that constitute us (individual, socially) and the environment itself. These interactions constitute a form of history, individual, social or of the environment. Is there a way to understand these patterns and the histories they constitute beyond our inherent boundaries? Are there indirect ways to grasp them?